Última entrega del año y como siempre intentando subir a una cumbre desde la que poder mirar lo que nos rodea, descubrir nuevos caminos y comprobar que la única percepcion no es la que desde abajo tenemos, sino que al adentrarnos en el finito de nuestras miradas la percepción cambia. Cuando atravesamos los límites de lo que vemos, es el comienzo de nuevas experiencias, se despiertan emociones, normalmente la primera de ellas es el miedo y aprender a manejarlo es la manera de mantener el rumbo. Conocer nuestras habilidades y las herramientas, además de nuestras limitaciones, nos lleva por el camino adecuado. Mientras transitamos en él, nuestro miedo queda atrás, nuestro entendimiento mejora y nuestras habilidades también, esto nos permite manejar mejor nuestras herramientas y despertar otras emociones... Es asi como ha transcurrido el 2024. De la misma manera entraremos en el 2025, seguiremos atravesando el finito de nuestras miradas, llegando a nuevas cumbres con tormentas incluidas, temblaremos en ellas, nos entregaremos a fondo. Despertaremos emociones en nosotros y en los demás, recibiremos sacudidas y caricias, algunas de esas caricias llegarán al alma.
Que nos lleguen a todos muchas de esas caricias, de las que lleguen al alma, que nos conmuevan y nos hermanen.
Como mínimo esto es lo que quisiera para todos nosotros en este 2025
Seguimos caminando...
