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El valor de una montaña está en los caminos que descubres desde ella

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Zaragoza, Aragón, Spain
Que este blog sirva para recoger algunas de las ascensiones y escaladas que desde hace unos cuantos años voy acumulando, con la intención de compartir esas vivencias, las sensaciones, los rincones del pirineo y de otras cordilleras; darle más vida a mis recuerdos y desde ellos, tratar de llegar a esos otros sitios a los que siempre he querido ir. Compartir estas historias con quien las viví y con quien por casualidad llegue hasta aqui. Que además,sea un punto de información para los que un día se planteen pasar por allí. Espero que os resulte entretenido y a la vez, os muestre la opinión de uno más, que un buen día y siendo muy pequeño, no pudo resistirse al encanto de un entorno tan natural, tan hóstil y tan fragil, del que ya nunca pude separarme, aún teniendo algunos momentos tristes y muchos de ellos muy duros. A pesar de todo y de tantos años, sigue siendo la montaña uno de los sentidos que dan forma a mi vida.

martes, 22 de octubre de 2024

No es una montaña, pero si un inmenso mar. Una naturaleza cada vez menos salvaje

"Aguas abiertas, un mar de sensaciones y un buceo hacia el interior"


    Me pasó como a una gran parte de las personas que nadan, me di cuenta que a mi espalda le iba muy bien y así vengo haciéndolo desde...¿hace 10 años?, por ahí andará...

    Alternando con el resto de actividades, trataba de nadar al menos un día a la semana y por supuesto que no pasarán más de quince días sin nadar... esto en algunos periodos no se cumplía pero ese era el compromiso.

    Idas y venidas en los 25 metros de piscina, no bajando de 60 largos y llegando a los 120 en alguna ocasión, lo habitual 100...una medida que me parecía justa y adecuada a mí. Por suerte o por desgracia tenemos que medir, esos eran mis números y a ellos me ajustaba como un "galeote feliz"

    A veces me notaba con la agilidad de un delfín, otras como un carguero repleto de contenedores. En otras ocasiones la cabeza sumergida tanto rato en el agua me provocaba un efecto de olla a presión, por suerte siempre encontraba algún "pitorro" por el que liberar una parte de ella. 

    En general, la natación en piscina siempre me resulta costosa, poco apetecible, pero cuando llego al largo 80 (2000 mts) empieza a ser un reto y la perspectiva ya empieza a ser distinta. Los días que me proponía sobrepasar los 100 largos, esos días eran de gloria, cubría distancias de 3000 mts (120 largos) y a la ducha me iba más contento que unas castañuelas, con unos cuántos dolores mecánicos por el movimiento repetitivo. Esas eran las métricas en las que me movía y que yo mismo me había impuesto.

    Comenzando este 2024, hubo un cambio en la manera de mirar el otro extremo de la piscina. Mi amigo Loren, compañero en estas y otras fatigas, me propuso participar en una prueba de natación en aguas abiertas, en este caso en el mar. Él ya había tenido alguna experiencia anterior y cuando me lo contaba, quedaba patente ese magnetismo que le había generado el mar. Quizás ese magnetismo ya lo tenia como amante del Surf que es, pero la natación en aguas abiertas lo reafirmaba

    Esto fue una bendición, un descubrimiento y nuevo sentido a esta disciplina de la natación. Puedo decir, al igual que en las ascensiones y escaladas que llevamos a cabo en la montaña, a las que yo llamo entregas, esas mismas se despertaron en uno de los entrenos en el mar antes de la Marnatón de San Feliu de Guixols, donde Loren y yo estábamos apuntados para los 6k.

    Nadar en la piscina tenia un nuevo sentido, los estímulos al sentir el agua clorada en el cuerpo eran distintos, esta era la manera en la que debíamos preparar las siguientes entregas en aguas abiertas, ya que el mar no lo tenemos cerca y lo de meternos en los pantanos todavía no lo tenemos claro...

En algunas de las idas y venidas de piscina llegue a cubrir distancias de 5 y 6 km, algo que después de la experiencia creo que no es necesario, quizás si lo sea tener más sesiones en el mar abierto

    San Feliu de Guixols, 6 km de costa, Allá vamos Loren y yo con la mar en ocasiones un poco intensa, tragos de agua con algunas de las olas y sin parar en los avituallamientos. Sin nosotros saberlo íbamos uno detrás del otro y en poco más de 2 horas llegábamos a San Feliu desde la cala de la que habíamos partido, disfrutamos, nos cansamos y por supuesto brillamos, ¿serian las escamas?...

    Una nueva entrega sin tenerla en cuenta se avecinaba. 1 de septiembre, apertura de las piscinas cubiertas. De nuevo las idas y venidas en piscina comienzan, la Marnatón de Ibiza se aproxima y con un chispazo la inscripción queda hecha y con ella, cierto canguelo también viene al encuentro. Eran 8 km y como es lógico, después de haber nadado 6 no podía apuntarme a una distancia de 4K; también pienso que sería bueno repasar la métrica que te lleva a la conclusión de lo que es lógico, pero esto lo dejaremos para una segunda parte.
Llegó el día de la prueba, Loren en esta ocasión no pudo acompañarme, pero por allí andaba mi hermano Enrique. De manera totalmente casual, esos mismos días había decido ir a visitar a un amigo suyo de muchos años. El pudo grabar algunas imágenes de la salida y la llegada. Yo, sacando algunos pantallazos del montaje de la prueba de este año hecho por la organización, he podido crear un recuerdo más de una maravillosa entrega (estas cosas para mi lo son), en una naturaleza cada vez menos salvaje, que hay que cuidar y de la que todos somos responsables. 

    De lo 120 inscritos en esa distancia llegaba el 102, no diré que muy cansado, si algo dolorido y con la sensación de no haber rendido al máximo. No conseguí centrarme en la carrera, molestias en la vejiga me hacían perder el ritmo, teniendo que pararme a orinar en varias ocasiones sujeto a alguna de las piraguas que nos daban apoyo. No fue uno de mis mejores días y aún con todo lo disfruté, me entregué, soporté lo que tocaba y llegue a la orilla.

    No os animaré a que subáis a 4, 5 o 6 mil metros, pero si sugiero que si de manera habitual nadáis o aunque sea ocasional, os preparéis para cubrir un recorrido de estas características en la distancia que os resulte mas cómoda. Nadad en el mar...dedicadle unas horas a esta experiencia física, sensorial y espiritual. Esto sí os lo recomiendo a esto ¡OS ANIMO! ¡HACEDLO!, habrá un antes y un después, esto es lo que marca la diferencia en todas aquellas cosas que hacemos.



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