El valor de una montaña está en los caminos que descubres desde ella

- Eduardo
- Zaragoza, Aragón, Spain
- Que este blog sirva para recoger algunas de las ascensiones y escaladas que desde hace unos cuantos años voy acumulando, con la intención de compartir esas vivencias, las sensaciones, los rincones del pirineo y de otras cordilleras; darle más vida a mis recuerdos y desde ellos, tratar de llegar a esos otros sitios a los que siempre he querido ir. Compartir estas historias con quien las viví y con quien por casualidad llegue hasta aqui. Que además,sea un punto de información para los que un día se planteen pasar por allí. Espero que os resulte entretenido y a la vez, os muestre la opinión de uno más, que un buen día y siendo muy pequeño, no pudo resistirse al encanto de un entorno tan natural, tan hóstil y tan fragil, del que ya nunca pude separarme, aún teniendo algunos momentos tristes y muchos de ellos muy duros. A pesar de todo y de tantos años, sigue siendo la montaña uno de los sentidos que dan forma a mi vida.
domingo, 3 de diciembre de 2023
HAY TANTO QUE DESCUBRIR...Y APRENDER A OBSERVAR DE LA MANERA ADECUADA
domingo, 22 de octubre de 2023
…HAY UNA RESPUESTA AL POR QUÉ, PERO NO ES SOLO ESTA...
En la entrada anterior, me pudo más
destacar el valor que para mí tiene tanto esfuerzo y dejar para después
escribir sobre el por qué entrar tan de lleno en la naturaleza y tratar de
aprender a existir en ella.
Debo reconocer que es fácil dejarse llevar por el ego o sentirse poderoso por
algunas de las facultades que desarrollas en los diferentes niveles a los que
te vas entregando y sobretodo si hablamos de correr en la montaña o más bien lo relacionado con la competición.
Y ya que me meto en este arenal, dejo para después escribir sobre el por qué ese pequeño rubiete se maravilló con las montañas.
He participado mucho en ellas, en las carreras, y puedo decir que me he exprimido hasta el punto
de desgastarme. Las carreras me han facultado y me han puesto en disposición de
acometer otros retos en mi vida montañera. Me han situado por encima de la media
y a esto hay que ponerle cabeza, porque ese ego, ese engrandecimiento al
que puedes llegar de manera errónea, puede ser también el que te lleve a
desaparecer de este mundo... esto puede pasar, ya que sumamos al riesgo casual
que tiene la montaña, la capacidad individual mal ajustada...En mi humilde
opinión, perder la vida por no calibrar bien las posibilidades es un acto
egoísta, porque esa muerte trasciende más allá del accidente fortuito con
el que todos podemos encontrarnos. Ese acto deja en nuestro entorno
desolación y una herida interior cuya cicatriz quizás no se vea, pero estará siempre presente. nos valdrá como consuelo, el pensamiento de "murió haciendo lo que le gustaba" pero no debemos olvidar que hubo un momento
en el que se tomó una decisión equivocada o no se pusieron en valor todas las
variables.
La montaña tiene esa crudeza, los riesgos casuales, una decisión mal tomada, un desconocimiento del
medio o un abuso de capacidad, puede hacer que desaparezcas y así como lo
escribo, ni si quiera el cuerpo llega a aparecer.
Esto pasa en otras facetas de la vida ya que este tipo de actuaciones son
inherentes al ser humano y el modus operandis será el mismo e igualmente, las
consecuencias de decisiones mal calibradas (por desconocimiento, egoísmo,
preparación...) no solo las sufre el o la protagonista, también pueden llegar a
sufrirlas otros y no los primeros, pero estas otras facetas no son las que me
ocupan ahora.
Quizás hubo un tiempo que me volqué en exceso en ellas, en las carreras, quizás
por no tener posibilidad de acudir con más frecuencia a las grandes
montañas...yo entiendo por grandes montañas aquellas que sobrepasan los 5000
mts, por ejemplo...
En las carreras he podido exigirme, medir mis posibilidades, conocerme en lo
físico y emocional y trabajar en aquello que no me gustaba.
Las carreras de montaña de larga distancia se acercan en cierta medida, a las
exigencias físicas que tiene la ascensión a una gran montaña, por el nivel de
fatiga y por tener que vencerse a uno mismo para no caer en el abandono. Un
asunto aparte es el factor altitud, esto es para experimentarlo...
Tengo muy claro que no son las carreras de montaña la manera más idónea de
conocer y sentir la montaña. Si entiendo que dentro de esa pasión por la
naturaleza salvaje y la alta montaña, uno quiera sentir todo esto con más
intensidad, conocer su capacidad, moverse con determinadas hostilidades que la
montaña tiene y con las que se debe lidiar, permitiendo con esto alcanzar
nuevos niveles, afrontar otros retos y con ello profundizar en el interior y en
el conocimiento. Esto sí tendrá un gran valor, saber extraer las cualidades que
se consiguen y ponerlas al servicio de uno mismo desde la humildad y la
honestidad
Y ahora sí, el por qué ese pequeño rubiete se vinculó de esta manera a la montaña, comenzando a conocerla primero con sus padres y después queriendo ir sólo con amigos, para poder tomar decisiones en ese terreno.
Tendría unos trece años cuando conseguí que me dejarán marchar, con gente más mayor y conocedora, eso me permitió empezar a gestionar situaciones con la experiencia que ya tenía e ir despegando...sin prisa... y sin pausa
Rescataré algún apunte que añadí en alguna de las entradas anteriores y que
tienen que ver con un gran himalayista como fue Erhard Loretan (el tercer
hombre en conquistar los catorce ochomiles, algunos de ellos por rutas que no
han vuelto a ser repetidas) aquellas palabras se recogían en alguna entrevista
y en la que se daba la noticia de su muerte en el día de su 52 cumpleaños, en
una montaña de los Alpes y mientras trabajaba como guía de montaña.
"¿Que puede provocar más entusiasmo en un joven que descubrir una pasión
que le llenará toda su existencia? ¿Acaso ser alpinista no es la mejor forma de
aproximarse al cielo, tanto físicamente como espiritualmente? He tomado la
decisión de vivir intensamente, tuteando al riesgo. Me preguntan constantemente
por qué escalo, la respuesta se halla en las fotografías que he tomado, ellas
abren una ventana sobre...mis vivencias".
Estas serán algunas de las razones y seguramente habrá más. Pero así pienso que
fue, aquellas imágenes que mis ojos retenían en cada excursión, cada vez que
nos elevábamos alto, amaneceres, colores, contrastes, olores, sonidos; todo ello
enmarcado en el esfuerzo, en el sudor y con un resultado final, que hoy en día
reconoceríamos como "un gran trabajo personal y de crecimiento"
Esto siempre me llevaba a descubrir nuevos caminos, nuevas rutas, nuevas
experiencias tanto en la montaña como en la vida.
Todo esto le da un gran valor añadido a la vida, ese tipo de valor que consiste en darle sentido, sea cual sea el motor. Demostrado está, que la misión del ser humano en la tierra es darle un sentido a la vida; Y EL VALOR DE LAS MONTAÑAS ESTÄ EN LOS CAMINOS QUE DESCUBRES DESDE ELLAS. bien sea en sus líneas, en el horizonte o en la voz interior que se despierta cuando te encuentras en ellas.
Y en este ir y venir de pensamientos, recuerdo aquel viaje de 1998 a Ecuador,
un viaje de 15 días en los que quería ascender los volcanes Cotopaxi y Chimborazo.
Al primero subí después de aguantar con mal de altura durante varios días en el refugio, en
el primer día que me encontré bien, me fui para la cumbre y lo conseguí!!. En el
segundo no tuve el valor suficiente para salir del refugio y enfrentarme yo
sólo a esa montaña. Sólo, porque viajé sólo, sólo porque nadie más ascendía esa
montaña y sólo en el refugio porque ni siquiera el guarda estaba, se había
ido a dormir a un refugio más abajo y a pie de auto y antes de marcharse ya me advirtió que hacía unos días habían entrado a robar en él, que tuviera
cuidado y estuviera atento...
Atento fue poco...en las tres noches que allí estuve no fui capaz de dormirme,
la cantidad de ruidos que por la noche oía consecuencia del fuerte viento que
se levantaba, me lo impedían y ya os imaginaréis cual era mi pensamiento
constante por la noche, los ladrones están intentando entrar...
No conseguí la capacidad necesaria para ponerme en marcha a las 3 de la mañana
y subir a esa cumbre del Chimborazo de 6263 mts, partiendo del refugio en el
que me encontraba a 4800 mts y en la más absoluta soledad. El estrés físico y
mental devoraron cualquier iniciativa en ese sentido, menos en aquel que me
llevaba de nuevo a regresar a Quito, esto fue otra entretenida historia, ya que
el taxi con el que acordé una fecha de regreso nunca volvió a buscarme… no
tengo fotos de todo esto, pues solo están en diapositiva y no las he digitalizado…
Cotopaxi 5897 mts - 05/1998 - Cumbre en solitario
Chimborazo - 6.263 mts
sábado, 30 de septiembre de 2023
"Tengo ganas de escribir..."
Hace ya 10 años desde la última publicación y 15 desde "El comienzo". Iba a titular esta entrada "continuamos" ¡pero no! no es una continuación. Son más bien ganas de escribir, es lo que haré y de manera distinta a como empezó este blog.
No es que haya estado quieto y quizás por esto sin tiempo para escribir o tal vez sin tiempo para pensar en hacerlo.
Parece que brota cierta necesidad, así que me dejaré llevar y me pondré a escribir como en "El comienzo", empezaré con una reflexión muy particular y seguro que muy diferente a la de la mayoría, o no...
En alguna ocasión me han animado a que le de vida de nuevo al blog pero no encontraba el momento. Desde hace algunos meses me vienen las ganas de contar, de escribir, no sé cuanto de interesante puede ser, pero me pondré a ello. Con reflexiones sin escondites sobre algo a lo que llevo tantos años dedicado. Poner el foco en lo que me mueve a todo esto, de qué me ha valido, donde no quiero que me lleve y en mi opinión, para lo que no quiero que me sirva.
Queda claro que este "Tengo ganas de escribir" nada tiene que ver con el inicio del blog, cierto es que siempre habrá un lugar que apuntar o un sitio al que ir, además de alguna reflexión interior que dejaré fluir, alguna imagen o video que pueda evidenciar y ¡ojalá! hacer sentir.
Mucho más joven que en esta ultima foto era, cuando comenzaron mis ascensiones. Los materiales evolucionaron y aquel montañero rubiales también...
jueves, 21 de noviembre de 2013
viernes, 30 de diciembre de 2011
2011...UN AÑO FLOJO PARA LAS CARRERAS
Seguramente los kilómetros de años atrás han ido haciendo huella, hasta el punto en el que tengo la sensación de que se termina mi etapa de corredor de largas carreras montaña.
También influyó comenzar la temporada con carreras largas, como el ultra Trail de Les Fonts, carrera de 105km en 3 días.

La primera etapa es una nocturna, a la que casi no llego por que me confundí de pueblo, me fui a XERT y no XERTA. Pero al final y conduciendo fuera de la ley, llegue 40´ antes de la salida (21 horas); veinti pocos kilómetros hechos con frontal, con mucho ambiente y no mucho desnivel, así que en un par de horas o poco más llegaba a la meta.
Al día siguiente a las 5 arriba y salida a las 6. Cincuenta y tantos kilómetros de carrera y dos mil y muchos metros de desnivel. Un paisaje bonito, caminos muy rotos en ocasiones, temperaturas bajas y calambres a partir del km 20, que por un momento me hicieron pensar en la retirada. Las rodillas me empiezan a pinchar pero no lo suficiente para parar, así que llegada a meta sobre las 3 de la tarde o eso es lo que recuerdo porque tampoco tengo los tiempos parciales de las etapas.


Cresteando en los puntos altos de la carrera y con esa sensación de estar perfectamente adaptado a ese medio, saltando de piedra en piedra y con la alegría de estar donde en ese momento quieres estar. Estas sensaciones van cambiando conforme pasan las horas, el empuje se esfuma, el ánimo se desvanece y comienza la batalla personal en la que no siempre ganas.



Hasta la cola de Caballo había llegado en otras ocasiones dando algún paseo, pero desde allí hasta Goriz no había vuelto a pasar desde que lo hice por primera vez en el año 79. El calor se siente, pero las ganas de llegar a la cumbre son más fuertes.

Vídeo del tramo llamado Escupidera, peligroso en invierno o con nieve dura.

Más panorámica desde la cumbre, con una visión de los valles que rodean a este macizo que es sobrecogedora. Y vuelvo a ver a ese niño rubiete que era yo en aquella primera vez que subía a este Pico. Con la misma emoción a pesar de los años, con menos miedo ahora que entonces y sintiendo la recompensa por ese esfuerzo, la recompensa de poder ver el mundo de las montañas desde ahí arriba, la recompensa en forma de felicidad por llegar a conseguir algo que un día pensé.

Llego el día de la Subida al Veleta, el 7 de agosto del 2011. eran 50km y unos 2700 mts de desnivel positivo, con llegada justo por debajo de la cima del Veleta y a unos 3200 mts de altura.




Llegué a la meta en 5h y 41´ y en el puesto 100 de la clasificación general. Las rodillas se resintieron pero pude terminar.
Años atrás se hacia el Aneto X-treme, maratón de montaña que salia de Benasque y llegaba a la cumbre del Aneto para volver a bajar hasta Benasque y que un buen año, creo que sobre el 2000 se dejó de hacer y ya no me pude apuntar
Así que me quedé con las ganas de completar ese recorrido e incluso la idea se llegó a dormir. Pero el verano pasado se despertó y al fin de semana siguiente al de "AL ANETO HEMOS DE IR", me planteo llegar a la cumbre desde Benasque y bajar.
Y que divertida es la cámara de vídeo
Fue un día caluroso
II carrera de montaña Valle de Pineta. Una carrera encantadora con 24,5km y 1500 mts de desnivel positivo, esta vez 2h 52 y en la clasificación general el 18. Primera carrera de montaña para mi hermano Enrique, sudó lo suyo pero llegó.


sábado, 10 de diciembre de 2011
NO FUE UNA NORTE CUALQUIERA, FUE LA DEL VIGNEMALE

Con nosotros también venían Rakel y Almudena ellas querían llegar a la cumbre de la Pique Longue por el glaciar D´Ossau. Llegamos a Pont de Espagne con una meteo muy cruda, una cortina de agua nos acompaña mientras nos preparamos en los porches de las taquillas del telecabina. Al rato deja de llover, durante el camino la niebla se levanta, el sol nos empieza a dar y para cuando llegamos al refugio de Oulettes, los cielos están despejados. Solo se resiste la norte, que casi anocheciendo se revelaría ante nosotros. A pesar de la excitación pude dormir durante algún rato y sobre las dos de la mañana sonaría el despertador; desayunamos y a las 3 y pico de la mañana salimos hacia el pie de la pared. No recuerdo una noche tan cerrada, no distinguiamos ni el perfil de la pared que empezamos a adivinar sobre las 5:30 de la mañana.
domingo, 13 de noviembre de 2011
GASHERBRUM I, sueño y pesadilla
Fue en el 2003 cuando se gesto lo del Gasherbrum I; yo buscaba algún compañero para ir de nuevo al Mckinley. Cuando le hablé a Diego del Mckinley, él me propuso unirme a otro proyecto con otro grupo de colegas, algunos conocidos para mi y otros no. Para cuando me quise dar cuenta mi cabeza ya estaba en Asia, en el Karakorum.
Creo que no dije que si a la primera, pero realmente ya empezaba a imaginarme en el entorno, en los preparativos, en la dureza, la convivencia y sin más, ya estaba sumergido en el proyecto. Como iba a decir que no, como renunciar a la posibilidad de llegar a una cumbre de ocho mil metros.
Creo que sobre la primera semana de junio partíamos hacia Pakistan. Teníamos aventura para dos meses a uno de los ochomiles más pequeños de los catorce, pero con una ruta de ascenso algo complicada y sobre todo expuesta. Quizás no era el ochomil más adecuado para los que por primera vez pretendíamos llegar a esa altura. Pero allí que fuimos.
Pudo haber sido un viaje magnifico, si fue una experiencia que nos marcó a todos para el resto de nuestros días. Rara vez hablo de este viaje, incluso con los más cercanos a mí; durante todos estos años lo guardé bien adentro. Sin embargo, pienso que llegó el momento de sacarlo, porque sigo recordando con demasiada frecuencia los paisajes durante la aproximación al Campo Base, lo inmensas y brutales que son las montañas del Karakorum, las conversaciones de todos los que fuimos, la sonrisa de Nancy, la cara quemada de Eva al bajar de la cumbre, el silencio de Jorge, las bromas con Diego y David y aquel "Asturias patria querida" que cantó Jose Manuel, en una noche de bailes y cantos con los porteadores, se desgarraba la garganta cantando hasta el punto que todos arrancamos a cantar con él, fue un momento muy entrañable.
Ninguno nos imaginamos ni por un instante el giro tan brusco que dio nuestra expedición, HISPANO-ARGENTINA (así la llamamos) a partir del 5 de julio del 2003. Recuerdo como se me quedaba la mente en blanco, cuando Diego me comunicaba por radio que Jose Manuel y Nancy se quedaban en la montaña para siempre.
No hay detalles que dar, tan solo quiero recordar una vez más aquel viaje, quisiera dar un abrazo a todos los que allí estuvimos y a otros que allí nos encontramos. Recordar una vez más a Jose Manuel y a Nancy, lo que eran, lo que aprendí de ellos, la ilusión y las ganas que tenían, y la pasión que ponían en lo que hacían. Dejo estos dos vídeos que hace unos años hice y que me apetece compartir.
Y nada más, que sirva esto como recuerdo, y que los que volvimos de ese viaje podamos seguir llevando en nuestra memoria a Jose Manuel y a Nancy allí donde vayamos.